Mi aventura de ser docente

Mi aventura de ser docente

Mi reflexión con relación que guarda el malestar docente con mi historia personal es que uno de los problemas a los que creó la mayoría nos enfrentamos es con la disciplina de los alumnos, la mayoría comentamos esto, porque uno de las consecuencias que trae la disciplina en clase es que propicia la deserción, pues el alumno no quiere trabajar y no le parece que le soliciten que lo haga y lo más cómodo o fácil para él es el no asistir o darse de baja. Uno de los errores que cometemos es sacarlo del aula y creo que más que castigo es un premio.
Algo que yo he hecho para tratar de cambiarlo es hablar directamente con el alumno y comentarle la importancia que tiene hoy en día la preparación, los beneficios que le traerían y comentarle que si tiene algún problema en el que yo le pueda ayudar con todo gusto lo hare, pero es necesario que el ponga el esfuerzo necesario para salir adelante, le hablo de la capacidad que él tiene siempre los aliento a seguir adelante, creo que si escarbamos tantito lograremos ver el cumulo de problemas que trae de su casa aunado a los que le provocan los mismos compañeros, no lo estoy justificando más si entendiendo, pues desgraciadamente hoy en día nos encontramos con un nuevo problema que se está dando en la mayoría de las escuelas que es conocido como el bullying, que no es otra cosa que la violencia que viven los alumnos por otros alumnos.
Precisamente en un curso que empezamos a tomar el día de ayer en CONALEP, me emocionó ver la solidaridad que demostraron los integrantes del curso pues se propuso que los maestros que contaban con la preparación en psicología se harían cargo de valorizar al grupo psicológicamente para después pasarnos el reporte al resto de los maestros donde podríamos apreciar el perfil del grupo y la detección de algún joven con problema de conducta; para que después de iniciado el semestre de dos a tres semanas después reunirnos por grupo, es decir todos los maestros que le den clases a determinado grupo y comentar entre nosotros de que manera sacar adelante a los jóvenes que por algún motivo no trabajen, no asistan a clases o sean indisciplinados; en otras palabras la unión hace la fuerza, para bien de nuestros alumnos. Esto me hizo recordar lo que comenta José M. Esteve hay que ser maestro de humanidad.